viernes, 5 de enero de 2018

El gran cambio turístico en Melgar quedó en letra muerta.


Melgar está en la temporada alta de vacaciones. Por tradición, a Melgar llegan los turistas después del 28 de diciembre y hasta finales de enero. Este año no ha sido la diferencia y ha tenido buena afluencia de visitantes, lo que representa buenos ingresos para hoteleros y comerciantes en general; sin embargo no se quiere aprender de los errores, siguen ofreciendo lo mismo de lo mismo, no dejan las malas prácticas con los abusos en precios, especialmente en hoteles, restaurantes y servicio de taxis.

Hay que reconocer el buen servicio del suministro del agua, aunque el servicio de energía fue pésimo los días 24 y 31, cuando los comerciantes atendían a sus compradores; y qué decir del servicio de aseo y recolección de basuras, no hubo plan de contingencia, al pretender continuar con el habitual sistema en época de temporada baja y por consiguiente, la demora en la prestación del servicio en algunos sectores.

La movilidad vehicular colapsó y sigue igual, han fallado la Secretaría de Tránsito y la Policía encargada del orden y el control de las vías, especialmente en los estacionamientos prohibidos por decreto, descuidaron las vías internas que terminaron en total caos. Sumado a esto, la apatía, poca colaboración y negligencia de la Policía de seguridad y el desinterés de los auxiliares, que no intervienen cuándo se presentan los trancones argumentando que esa no es su responsabilidad, en este sentido la calificación es de total inoperancia.  Ya es hora que las administraciones piensen en volver con el cuerpo de tránsito municipal, con personal calificado y dedicado a este control de la movilidad local; y también que la Secretaría del ramo realice campañas preventivas serias, bien diseñadas, llegando al objetivo final que no es otra cosa que el orden, pero está jugando a la improvisación; demostrando una sola cosa: le está quedando grande la organización de la movilidad.

Otro caso de preocupación es la alta presencia de habitantes de calle en diferentes sitios del municipio, lamentablemente Ellos hacen que el turista sienta inseguridad y a la vez proyectan una mala imagen de la ciudad, esa es tarea de la Secretaría de Desarrollo Social. Por su parte la secretaría de Turismo, la más responsable en el desarrollo de este renglón, brilló por su ausencia, al menos eso es lo que se percibe; la falta y diversificación de actividades y/o eventos que motiven a nuestros visitantes, tampoco desarrolló una campaña bien estructurada de fortalecimiento turístico, por ningún lado se vio a los grupos o brigadas de guías e información, debidamente capacitados, identificados y uniformados; al parecer  se limitó únicamente al servicio de información desde las casetas (PIT). Esto demuestra que no hay una sincronización entre las diferentes secretarías, para enaltecer, posicionar, y hacer trascender positivamente la imagen de Melgar como destino turístico; que el plan de contingencia para esta temporada quedó en una simple reunión, en letra muerta, su ejecución ha sido mínima por no decir que nula. 

El comercio informal ocupando el espacio público es otro tema que preocupa, que sigue siendo un dolor de cabeza, porque se toma los andenes vendiendo cualquier cantidad de productos como calzado o prendas de vestir, sin dejar de mencionar los puestos de comida que instalan sin ningún control sanitario. A este problema socioeconómico hay que buscarle una solución pedagógica y social, acorde a la Ley, entendemos que no es un hueso fácil de roer, hay que trabajarle duro, dedicarle mucho tiempo, con argumentos, con racionalidad para no caer en el facilismo,  la inmediatez, la injusticia y los excesos, que solo lleva a cometer errores graves, y entonces se nos vuelve el remedio peor que la enfermedad.

Se requiere entonces una mayor atención por parte del gobierno municipal exigiendo a los diferentes entes el cumplimiento de sus obligaciones, al parecer los grandes planes y anuncios de cambio están quedando solo en papelitos de escritorio; igualmente es necesaria una integración con los empresarios del sector turístico,  esto puede evitar un desplome, sin embargo, se advierte que si los esfuerzos no se realizan de manera conjunta, Melgar se mantendrá estancado e incluso cabe la posibilidad de que pierda su lugar como destino turístico.


Si se logra hacer bien la tarea, se verá reflejada en el buen desarrollo de una temporada turística, organizada, ordenada y con una evaluación alta; tristemente hasta hoy tenemos que decir lo contrario, fue un coctel de caos, desidia, altos precios, anarquía, ausencia de gobierno y autoridad. Ojalá que en este puente de reyes, sea todo lo contrario… ¡amanecerá y veremos!



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