jueves, 5 de mayo de 2016

El cuento de los primeros cien días de gobierno.


Aprovechando que circulan las invitaciones para la rendición de cuentas de los primeros cien días del “Gobierno al servicio de la gente”, quiero hacer algunas consideraciones.
No entiendo cómo y por qué tratan de presionar a los mandatarios para que hagan una rendición de cuentas o de gestión en los primeros cien días de su gobierno, cuando se supone que  en este tiempo solo están tratando de organizar el inicio de su administración, con el nombramiento de los funcionarios y trabajadores que  requieren, se están enterando del estado financiero real y los compromisos y obligaciones que se deben atender desde la nueva administración.

Para nadie es un secreto que los tres primeros meses se dedican a la conformación del plan de desarrollo que marca el rumbo y los compromisos para los cuatro años del mandato; después es presentado para su estudio y aprobación al honorable concejo  municipal, si así se da, o esperar para que se pronuncie el concejo y si no se aprueba, adoptarlo por decreto. Normalmente al proyecto del plan de desarrollo se le inserta un artículo para obtener de los honorables concejales la autorización para las facultades especiales al alcalde, con el fin de celebrar contrataciones o la suscripción de convenios de cofinanciación con otras entidades públicas, o la concesión de las autorizaciones para realizar modificaciones al presupuesto municipal como las adiciones, reducciones, acreditar, contra acreditar, traslados presupuestales y creación de apropiaciones, tanto en el presupuesto de rentas e ingresos como en el presupuesto de gastos de la actual vigencia fiscal; lo cual, si no se diera, no podría ejecutar con celebridad algunos actos de su gobierno que afecten operaciones presupuestales necesarias para la ejecución del presupuesto.

Después de aprobado el plan de desarrollo de los cuatro años de mandato del alcalde de turno, se puede empezar a medir su accionar, en gestión y administración, mostrando resultados de  captación, inversión, ejecución, cumplimiento en sus compromisos sociales, y sobre todo empezar a satisfacer los intereses de sus aliados políticos que terminan siento de burocracia y contratación.

El cuento del informe de gestión o rendición de cuentas debe ser más para conocer como le fue entregado el municipio por la administración anterior, cuales son los resultados financieros reales, cual el monto del endeudamiento y los compromisos de pago, cuáles los procesos judiciales pendientes y por qué,  el estado actual en que se encuentran, como quedó la ejecución de obrasy el cumplimiento de los contratos.

En estos primeros cien días solo se mide la capacidad de los opositores para mostrarle el diente a la nueva administración, empezando por solicitar documentos de nombramientos y traslados, valores de contratación, nombres de los contratados, perfiles de los funcionarios, y sobre todo presionarlo con las obras dejadas por su antecesor.


  Implemetación: Garzón Medios Gráficos