domingo, 15 de mayo de 2016

El moto taxista o moto ratón, negocio o solución social.



Desde hace unos largos años se ha venido utilizando la motocicleta para prestar inicialmente el servicio  a los vecinos, que por deficiencia en el transporte requerían de este sistema para poder llegar a sus trabajos, llevar sus hijos al colegio, traer a sus hogares las provisiones, es decir era un servicio casi comunitario. También desde hace unos años se ha venido incrementando en las ciudades este servicio,  que por tratarse de motos con placas particulares y porque no se ha  autorizado ni reglamentado por el  gobierno nacional a través del ministerio del transporte ni por las autoridades locales, es catalogado de ilegal.
El fenómeno del mototaxismo es una realidad, es una actividad que muchas personas desarrollan para conseguir el sustento diario de una familia, es un problema social al  que todo gobernante le hace el quite en público, pues atacarlo es antipopular frente a algunos gremios, y en otros casos esos gobernantes saben que no tienen en sus municipios un transporte bien organizado, de alta cobertura a todos los lugares urbanos y rurales, con un servicio de calidad y asequible a todos los estratos sociales; en esas condiciones se salen por la tangente argumentando que apoyarlo es ilegal.
No hay ninguna parte de la Constitución que prohíba el derecho al trabajo, el gobierno ha reglamento el uso de las motocicletas y sanciona a través de las secretarias de transito locales el uso de la moto como servicio de transporte público; en uno de sus decretos habilita a los alcaldes para reglamentar el uso de las motos, con horario y la eliminación de los parrilleros.
En Melgar se calcula que a la fecha existen 300 motoratones, en lo que va corrido del año se han involucrado en accidentes 21 y en seis casos se han escapado del lugar del accidente dejando abandonado el pasajero herido, no respondiendo por los hechos con el fin que no se les inmovilice el vehículo. Se conoce que no todos son de Melgar, vienen de ciudades donde han implantado el decreto y no pueden transportar parrilleros y el horario de circulación es hasta las 11:00 de la noche, como son Espinal, Girardot, Fusagasugá, Flandes, entre otros.  
Si bien es cierto en los sectores de los barrios unidos el transporte público no es el mejor o no se presta y sus residentes requieren del servicio, también es cierto que no todos los que operan estos vehículos son propietarios y derivan su sustento de ello; otros lo tiene de negocio con varias motos y les resulta muy lucrativo. Pero igual las autoridades han detectado que desde este medio se está filtrando una red de micro tráfico, que ha desprestigiado el oficio y lo ha vuelto peligroso.
Este es un buen negocio para algunos que tienen varias motocicletas y las dan por arrendamiento diario, entre ellos funcionarios oficiales, personal del ejército, otras entidades como los mismos transportadores del servicio urbano que han vendido sus vehículos y apoyan la ilegalidad. Es bueno que las autoridades verifiquen las motos que prestan este servicio para averiguar quiénes son sus propietarios,  cuantas motos tienen operando y hacer un seguimiento ya que son estos comerciantes los beneficiados y no las persona que realmente lo  necesitan.
El balón lo tienen las autoridades, quien reglamenta y controla el transporte en el municipio es el alcalde, a través de la Secretaría de Tránsito; pero es el mismo alcalde quien debe propiciar soluciones a los problemas sociales del municipio, con diálogo y concertación, en favor de todos los habitantes, de todos los estratos, en últimas esta debe ser la esencia de todo gobierno al servicio de la gente.