No
produce sino rabia y desconcierto la decisión que por culpa de los gota gota
tomó el comerciante de Melgar Noé Rodríguez, propietario de la Joyería y almacén Londres; su desespero por la
constante persecución y amenazas desde hace dos años, por la difícil situación
comercial, tuvo que optar por este recurso, para lo que creía era la solución a sus problemas económicos, cuando
no hubo una entidad bancaria que le ayudara para amortiguar la caída del
comercio en el municipio y por su puesto la falta de liquidez.
El negocio del gota gota se popularizó en Melgar, un sistema crediticio ilegal y de usura que tomó auge como consecuencia del acoso a que se ven enfrentados los comerciantes, acosados por los compromisos tienen que llegar a tomar la determinación de recurrir a este sistema, para en parte solucionar sus problemas, pero sin pensar, que pueden perder sus negocios, el hogar y la estabilidad emocional.
Motociclistas
cobradores mal encarados, aparentemente armados, que pasan de casa en casa, de
negocio en negocio, son lo único visible del gota a gota, pagadiario o
cobradiario, como se le llama dependiendo de la región donde se esté, a ese crédito callejero con
altos intereses.
En un juego inverso al de las pirámides, que ofrece altos
intereses para quien les deje plata, cobran en promedio 20 por ciento al mes
por lo que prestan, es decir casi 18 veces más de lo legal.
En el Estado, reconoce la Superintendencia Financiera, no hay
una entidad encargada de vigilar el gota a gota. Son los jueces, previa
denuncia de los afectados, los que deben determinar si hay usura, pero la gente
que toma los préstamos está entre la necesidad y el miedo.
Noé Rodríguez en el día de ayer después de tener un
altercado en las horas de la mañana con estos cobradores, hacia las dos de la
tarde decidió tomar la determinación de acabar con su vida, primero lo quiso
hacer con la sábana, ahorcándose, pero al
no lograrlo decidió tomarse un ácido que tenía en su casa; lo cual hizo
que lo trasladaran al hospital local donde fue inicialmente atendido, pero
pasando los minutos su cuerpo se iba quemando internamente, lo que produce su
muerte después de ser atendido en una clínica de Girardot, a donde fue
remitido.
Antes de tomar la decisión dejo una carta donde explica a sus
familiares la determinación y el por qué,
donde hace referencia al tema de los gota gota, donde dice que lo acabaron
comercialmente a él y a su hogar, lo dejaron en situación difícil para poder
cumplirles, y le pide al alcalde de Melgar, su amigo, que tome medidas para
acabar con este flagelo que está acabando con el comercio local.
Es urgente que las autoridades tomen medidas drásticas para
acabar con el sistema de usura que ahoga a los comerciantes cuando no pueden
cumplir, y son amenazados, como lo contó una comerciante de un barrio de
Melgar, donde dice que se alcanzó con
tres de estos cobradores y le dieron como plazo dos días o de lo contrario
atentarían con la vida de su hijo.
Implementación Post: Garzón Medios Gráficos
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