jueves, 31 de marzo de 2016

A Miguelito le tocó bailar con las más fea


A mediados del año 2011 decía el alcalde Eduardo Táutiva, que no quería estar en los zapatos del alcalde que le tocara administrar Melgar en el año 2016, porque se tenía que enfrentar con los problemas derivados del manejo de los recursos de regalías por parte del Gobierno Nacional, ya que disminuirían notablemente y además no se podría usar para pagar transporte ni alimentación escolar.

Ahora le toca al alcalde del 2016, Miguel Parra, enfrentar esta cruda pero real verdad, los recursos de regalías no se pueden utilizar para proyectos diferentes a inversión, es decir,  no se pueden utilizar para transporte ni para alimentación escolar.
Ayer en rueda de prensa, decía el alcalde, que con excedente del contrato de transporte del año pasado y una adición al mismo, había logrado prestar el servicio, pero quedaba pendiente que las OCAD (órgano colegiado de administración de los recursos de regalías), en reunión a efectuarse el 5 de abril decidan aprobarle el proyecto para utilizar los recursos que existen en el municipio y de esta manera responder por el transporte escolar, por lo menos para este año; si por el contrario no se aprueba, solo se prestaría el servicio hasta el día 8 de Abril de este año.

Grave situación se le presenta al alcalde, por la costumbre del servicio y la ayuda para evitar la deserción escolar, pero la decisión  del Gobierno Nacional es de “obligatorio cumplimiento”.
Además el tema de la alimentación escolar es más complejo, por la decisión tomada en el gobierno departamental al reducir notablemente el cupo para los niños(as) de Melgar y la entrega de un refrigerio que se hace a través de un contratista, cambiando totalmente el menú  que recibían  los niños, y que ahora por la calidad, estos lo rechazan, ya que el nuevo está compuesto por bienestarina y pan. El alcalde ha propuesto que con el fin de mejorar la calidad y cantidad de los refrigerios se aúnan los esfuerzos de la administración departamental y municipal.


Esfuerzo el que deben hacer los padres de familia si no son aprobados los recursos para sostener el servicio del transporte, y volver a los viejos tiempos de responder y conseguir los medios para que sus hijos puedan llegar hasta las instituciones educativas, y además desempolvar las tan recordadas loncheras.