miércoles, 16 de marzo de 2016

Las rocas de la variante: arma mortal













¡Qué alegría! cuando se dio al servicio la variante de Melgar el 23 de diciembre del 2011, porque se pensó que se solucionaba el tránsito pesado por la ciudad y se podía pensar en habilitar la quinta como vía rápida para unir los barrios y la salida al Carmen de Apicalá. Pero las continuas fallas que se presenta por la inestabilidad de las rocas debido a los cortes de los cerros completamente  verticales, ha ocasionado el cierre temporal y en varias ocasiones semanas, hasta retirar el material que se desliza y obstruye el paso de los vehículos que usan esta variante y evitan la entrada a Melgar.
En varios de estos desprendimientos han resultado personas afectadas como el pasajero de la buseta Velotáx que se dirigía a Bogotá y resultó muerto por la roca que se incrustó en el panorámico, y muchos otros accidentes que terminan afectando los vehículos, que ni la empresa de la doble calzada responde y muchos menos el gobierno nacional a través del  Ministerio de Transporte.


Pero no es solamente el desprendimiento de rocas, sino el casi abandono en que se encuentra esta doble calzada, que en su recorrido presenta fallas de hundimientos, baches, huecos, es decir total falta de mantenimiento lo que también ha ocasionado que por evitar estos desperfectos en la vía, se accidenten los vehículos y motociclistas y por supuesto a cobrarle al mono de la pila. Se supone que por ser concesión reciben los cobros de los peajes y con estos recursos deben mantener las vías en óptimas condiciones y con la debida demarcación, pero ni siquiera las zonas verdes merecen atención de esta concesión; caso diferente la responsabilidad de la concesión San Rafael que desde el puente de Girardot a Ibagué permanece en excelentes condiciones y constantemente le hacen el mantenimiento, lo que la hace una vía segura para el desplazamiento vehicular.