Me
parece escuchar la respuesta del ex Secretario de tránsito de Melgar Fernando “Nano”
López, dando explicación sobre la pintura para la señalización de las vías en Melgar,
cuando nos dijo que la pintura era la recomendada y nos invitaba cuando
lloviera, para con un cepillo frotarla y quedaba como nueva. Esto porque
habíamos visto como se iba deteriorando, a pocos días de su aplicación en las
vías del municipio.
Ahora
cuando no ha pasado mucho tiempo y cumpliendo con el estudio que recomendaba la
señalización de las principales vías y la construcción de los reductores de velocidad, después de
varios aguaceros esperando para ver en buen estado la señalización, como lo dijo el secretario, vemos como
la pintura se perdió, como se perdió la platica en la secretaría de Luis Guillermo
Correa para la pintura o señalización de las vías contiguas a las instituciones
educativas.
Observando
la recomendación técnica, la pintura debe ser aplicada sobre pavimentos
asfálticos o de concreto hidráulico, de buena resistencia a los cambios bruscos
de temperatura, humedad, grasas y aceites derivados del petróleo y a la
abrasión severa y constante. La pintura
debe conservar durante mucho tiempo sus propiedades de adherencia,
resistencia al desgaste y visibilidad tanto en el día como en la noche;
propiedades que no se cumplen en este caso puntual.
Al
parecer los recursos para inversión se hacen a través de la administración
central, pero vemos como se aplica material de poca durabilidad y adherencia a
la capa asfáltica y quienes estamos diariamente viendo el proceso de deterioro
solo podemos pensar que se utilizó material no recomendado, y entregaron un trabajo de muy, pero de muy
mala calidad y resistencia.
Este
último contrato para la señalización de las diferentes vías del municipio de
Melgar le fue adjudicado a la firma Construrugo S.A.S. representada por el
señor Fabián Ernesto Ortiz Varela por un
valor de $159.955.899 pesos, el cual parece no cumplió con las condiciones
del contrato y la calidad de la obra.
¿Qué
paso con el supervisor del contrato? ¿Quién hizo la interventoría? ¿Quién
responde por la calidad de la obra? ¿Tiene la obra póliza de responsabilidad?,
Que
no se vuelva una obra de ingrata recordación, sería una
burla para con el pueblo, pues aquí está la plata que los melgarenses tributan
con sus impuestos; cuándo será que se obligue a los funcionarios e
interventores a pagar de su propio bolsillo los contratos mal ejecutados, de
mala calidad, mal supervisados, o adjudicados por conveniencia; los
funcionarios tienen responsabilidad ya sea por negligencia, por inocencia o por
complicidad. Falta plata para muchas áreas, no se puede seguir derrochando.
Que cuento tan malo ese, el del
ex-secretario o el del contratista, que cuando llueva y como por arte de magia,
la pintura queda como nueva… será cuando llueva, pero hacia arriba.