miércoles, 20 de abril de 2016

¡Qué vaina!... Ya se mueve la cosa política en Melgar.

Melgar municipio cabecera del oriente del Tolima, con una temperatura promedio de 34 grados, también es la ciudad caliente para la política; los hechos sucedidos en este principio de semana, despejan varios interrogantes que desde hace días se venían tejiendo en los diferentes grupos políticos del municipio.

El primero, el fallo del Consejo de Estado donde se favorece al ex alcalde Moisés Carreño de la inhabilidad por 10 años que le  impusieron la Procuraduría Provincial de Girardot y en la apelación la confirmación por la Procuraduría Regional de Cundinamarca. Esta decisión del Consejo de Estado abre las posibilidades políticas del ex alcalde Carreño, y desde ya se ve cómo el grupo se amplía en las aspiraciones a la alcaldía para  el periodo 2020 – 2023; para nadie es un secreto las aspiraciones de Henry Díaz, Rodrigo Marín, Fernando López, Pilar Rojas y por supuesto de Moisés Carreño en el grupo del exalcalde Gentil Gómez Oliveros.

En el partido de la U, liderado por el diputado Luis Fernando Lombo, se conocen nombres como el de Nixon Rodríguez, Arbey Giraldo; por el partido Liberal seguramente aspiraría el ex candidato Álvaro Tamayo, y ahora surge otro grupo liderado por el abogado Néstor Prada, acompañado por los  concejales Carlos Enrique Patiño “tito”, Jorge Olaya y Felipe Aponte.

El grupo conservador liderado por el también diputado Alejandro Martínez, con su ex candidato Agustín Manrique y la cuota femenina con Elisa Martínez; además algunos inconformes con la forma como se maneja el tema político en Melgar, ahora están hablando de conformar un nuevo grupo que seguramente también aspiraría a participar con su candidato.

No nos estamos adelantando al juego político y menos ahora que solo van tres meses largos del mandato del alcalde Miguel Parra, pero como vienen para el año entrante las campañas para las elecciones a Senado y Cámara, desde ya se organizan para poder participar  en la contienda, buscando llevar a sus amigos que serían sus acompañantes en la gestión ante el alto gobierno.

Y esos amigos por supuesto tendrían el respaldo o aval de los partidos políticos, y ahí es donde nacen las negociaciones o acuerdos para lograr el respaldo sin importar muchas veces la ideología partidista, sino solo el interés de lograr la mayoría en las votaciones. Ya se conoce de negociaciones con el partido Liberal de un exalcalde (¿?) para inicialmente aspirar a la cámara, o si le suena la flauta y le alcanza el dinero, al senado de la república.