martes, 12 de abril de 2016

Los campesinos de Villarrica y el lado triste de la amargura.


Gran preocupación del alcalde de Villarrica Arley Beltrán Díaz, por las afectaciones derivadas del cambio del clima, que ha perjudicado a los dos mil doscientos  agricultores, quienes hoy claman por los ‘salvavidas’ que los gobiernos departamental y nacional les puedan brindar para mitigar los negativos impactos, el fenómeno del niño en su paso por el Oriente del departamento, dejó a los municipios productores en difícil situación por la pérdida de sus cultivos, la propagación de plagas y la degradación de los suelos.

La crisis en Villarrica afectó la producción de café y frutas porque no presentan la calidad requerida y exigida en los mercados, por lo tanto han sido rechazados por sus clientes habituales. El café redujo su producción  y los granos plenamente desarrollados han sido mínimos  y los invadidos por la broca han afectado el precio promedio que recibe el caficultor. 

En el tema de la fruta fue  la escasez de lluvias que impidió su siembra y  en otros la florescencia en las plantaciones.
Los cultivos de guayaba y guanábana, producción que normalmente es alta, se vio reducida en un 70% y solo se comercializó en pequeña escala.
La ganadería por falta de lluvias se afectó considerablemente y en muchos casos se tuvo que vender ganado a bajos precios para evitar mayores pérdidas.

Se avecinan las intensas lluvias en la región, para completar su suerte, y los agricultores  se preparan  para mitigar sus efectos, la asistencia y ayudas de la administración departamental y municipal no se han hecho esperar, fue así como el gobernador Oscar Barreto en su reciente visita para socializar el plan de desarrollo se comprometió con los habitantes de Villarrica y les  ofreció toda su colaboración y en la reunión con los secretarios de despacho el jueves pasado en este municipio se  concretaron acciones a desarrollar para  salvar la agricultura y favorecer su economía.

No se ha escapado Villarrica al rigor de los fenómenos de la naturaleza y su posible falla geológica acompañada por una red de alcantarillado obsoleta, que ha presentado afectaciones en algunas de las viviendas de la importante población del oriente del departamento. Se hace necesaria la entrega oportuna de los estudios de suelo y sísmica para que el gobierno nacional haga las inversiones requeridas.



Nuestros campesinos siguen viviendo entre el abandono y el olvido, entre la violencia y el rigor de la naturaleza; sus manos están vacías, sus rostros tristes, pero sus corazones llenos de esperanzas, las mismas que los acompañan toda su vida. ¡Dios los bendiga!