sábado, 23 de abril de 2016

El productivo negocio de los bosques de Galilea en Villarrica



No agradó para nada a los campesinos de Villarrica el cambio de fecha para la socialización del proyecto de exploración petrolera en los Bosques de Galilea, pero nos enteramos de un gran negocio con empresas colombianas y extranjeras.

Los terrenos, en Villarrica (Tolima), hacen parte de Bosques de Galilea, 16.700 hectáreas vecinas a la represa de Prado que pertenecían a la sociedad Maderas del Oriente y que en su mayoría pasaron a la Cooperativa Galilea. Esta fue quien las negoció con las empresas que luego las donaron a la universidad.

Aquí viene la parte importante de lo que ha pasado con los boques de Galilea, que terminaron compensando los daños ambientales y que en su momento las grandes empresas invirtieron en  extensiones de tierra, especialmente bosques vírgenes, y por esto el gobierno les compensaba rebajando los impuestos.

Según la Cooperativa Galilea -la vendedora de los lotes-, la decisión de comercializarlos se tomó luego de que les notificaron que no los podían talar por ser reserva forestal que nutre a la represa de Prado, y fue la razón para decidir lotear en varios predios que fueron ofrecidos a empresas de renombre nacional e internacional para garantizar la perpetuidad dentro de los programas de responsabilidad social.  Ya comprados los predios  fueron donados a la Facultad de Agronimía de la Universidad del Tolima, para el  uso en  investigación, programas de pregrado y posgrado, tanto de esta como de otras universidades del país.

"Los enriquecidos bosques se convirtieron en moneda de cambio dentro de un negocio para que compañías gigantescas pagaran menos impuestos”.

La cooperativa que recibió en muchos casos activos improductivos, entregó tierras a cambio de los beneficios tributarios con una promesa doble: el primer año del negocio los altruistas empresarios recibirían 39 por ciento en exenciones por inversión ambiental; un tiempo después, en un periodo fiscal diferente, deberían donar las tierras a la Universidad del Tolima y pedir un 38 por ciento adicional en deducciones tributarias.

Este fue el gran negocio para los empresarios que  con la complacencia de los directivos de la Universidad del Tolima terminaron recibiendo beneficios tributarios que no correspondían a la realidad del negocio y por lo cual terminaron más de 80 empresas investigadas por la Dian. A partir de febrero del 2012, reputadas empresas automotrices y de aviación, EPS, cementeras, aseguradoras y hasta cacharrerías de todo el país fueron requeridas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) para que explicaran el mecanismo que usaron para obtener jugosas rebajas de impuestos. 

Los montos de las rebajas fiscales oscilan entre 2.000 y 3.500 millones de pesos por empresa.