No agradó para nada a los
campesinos de Villarrica el cambio de fecha para la socialización del proyecto
de exploración petrolera en los Bosques de Galilea, pero nos enteramos de un
gran negocio con empresas colombianas y extranjeras.
Los terrenos, en Villarrica (Tolima), hacen
parte de Bosques de Galilea, 16.700 hectáreas vecinas a la represa de Prado que
pertenecían a la sociedad Maderas del Oriente y que en su mayoría pasaron a la
Cooperativa Galilea. Esta fue quien las negoció con las empresas que luego las
donaron a la universidad.
Aquí viene la parte importante de lo que ha
pasado con los boques de Galilea, que terminaron compensando los daños
ambientales y que en su momento las grandes empresas invirtieron en extensiones de tierra, especialmente bosques
vírgenes, y por esto el gobierno les compensaba rebajando los impuestos.
Según la Cooperativa Galilea -la vendedora de
los lotes-, la decisión de comercializarlos se tomó luego de que les
notificaron que no los podían talar por ser reserva forestal que nutre a la
represa de Prado, y fue la razón para decidir lotear en varios predios que
fueron ofrecidos a empresas de renombre nacional e internacional para
garantizar la perpetuidad dentro de los programas de responsabilidad social. Ya comprados los predios fueron donados a la Facultad de Agronimía de
la Universidad del Tolima, para el uso en
investigación, programas de pregrado y
posgrado, tanto de esta como de otras universidades del país.
"Los enriquecidos
bosques se convirtieron en moneda de cambio dentro de un negocio para que
compañías gigantescas pagaran menos impuestos”.
La
cooperativa que recibió en muchos casos activos improductivos, entregó tierras
a cambio de los beneficios tributarios con una promesa doble: el primer año del
negocio los altruistas empresarios recibirían 39 por ciento en exenciones por
inversión ambiental; un tiempo después, en un periodo fiscal diferente,
deberían donar las tierras a la Universidad del Tolima y pedir un 38 por ciento
adicional en deducciones tributarias.
Este
fue el gran negocio para los empresarios que
con la complacencia de los directivos de la Universidad del Tolima
terminaron recibiendo beneficios tributarios que no correspondían a la realidad
del negocio y por lo cual terminaron más de 80 empresas investigadas por la
Dian. A partir de febrero del 2012, reputadas empresas automotrices
y de aviación, EPS, cementeras, aseguradoras y hasta cacharrerías de todo el
país fueron requeridas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN)
para que explicaran el mecanismo que usaron para obtener
jugosas rebajas de impuestos.
Los montos de las rebajas fiscales oscilan entre 2.000 y 3.500 millones de pesos por empresa.