jueves, 14 de abril de 2016

Habitantes de la calle, el espejo de la desigualdad.


Los habitantes de la calle son personas que por condiciones socioeconómicas y en algunos casos de salud mental, se han visto obligados a desarrollar su cotidianidad en la calle, entendida esta última como un espacio arquitectónico urbano, que no cumple los requerimientos mínimos necesarios para considerarse un lugar de habitación en condiciones aceptables para el bienestar y la calidad de vida.

Existen diferentes causas que propician la habitabilidad en la calle, según datos publicados en la Serie Bienestar Social 2000: Causas socio estructurales: pobreza extrema, violencia intrafamiliar, abandono, desintegración del núcleo familiar, abuso sexual, migración del campo a la ciudad y desplazamiento.
Por razones personales: búsqueda de espacio para lograr que el anhelo de libertad sea real y efectivo, autodeterminación e inducción. Consumo de alcohol, drogas entre otros y por razones culturales: la calle como opción de vida.
Este particular modus vivendi ha excluido socialmente al habitante de calle, llevándolo a construir su propia identidad, a configurar un grupo social por fuera del resto de la comunidad dentro de la cual carecen de identidad, presentando problemas de comportamiento que denotan un proceso de autodestrucción. Así mismo, dentro de los estilos de vida del habitante de la calle, se han generado inconvenientes de convivencia ciudadana, propiciando un mercado ilegal de expendio y consumo de droga, protagonizando episodios que aumentan el índice de violencia e inseguridad en Melgar.
En varias oportunidades desde este Informativo, habíamos solicitado a la administración del municipio su interés para adelantar algún programa de asistencia con el fin de presentar apoyo a esta población, que en los últimos tiempos han tenido como destino el municipio de melgar. Es claro que para algunos residentes la presencia de estos seres les parece repugnante, desagradable y a veces hasta peligrosa, en alguna oportunidad se divulgó una premisa donde se pedía no darles ni comida ni plata para evitar que se amañaran de esa forma hacer que desalojaran el pueblo.

Me agrada saber cómo la secretaria de desarrollo social Ayda Luz Gómez Oliveros, liderando una campaña con otros entes administrativos del municipio, iniciaron un programa para convertirla en una política pública del habitante de la calle, con este fin se inició la caracterización y georreferenciación de este grupo social. Con estos recorridos en horas de la madrugada, en la primera etapa se busca identificar el contexto de habitabilidad en calle, de consumo de sustancias psicoactivas, condiciones socio económicas y de salud entre otros aspectos.